4% del PIB para la Educación Dominicana

Nuestra sociedad ha venido por años luchando por la aplicación del 4% del PIB para la Educación como se contempla en la Ley. Este es un hecho que se hace realidad con la promesa desde campaña del ahora presidente el Lic. Danilo Medina, quien ha convertido en una hermosa realidad, lo que en campaña era sólo una promesa, el 4% del PIB para la Educación.

De ninguna manera podemos decir que: podemos lograr una notable superación en el ámbito de la Educación, sin el aumento de recursos económicos, mas no es menos cierto que la aplicación del 4% del PIB a la Educación Dominica, es un reto para todos aquellos que de una u otra forma estamos ligados a esta.

Siempre se ha tenido la idea que con la aplicación del 4% a la Educación, estaría resuelto el problema que arrastramos los dominicanos en materia de educación, mas esa no es la realidad, no bastan los recursos económicos, sino hay capacitación, cambio de actitud, integración, de todos los sectores que conforman el proceso de enseñanza –aprendizaje.

Con culpar a uno u otro sector, tampoco se resuelve el problema, antes de culpar a un sector x de la educación del problema, debemos analizarnos cada uno y de manera reflexiva y responsable hacer nuestro aporte en la mejora de la problemática.

El reto del sistema educativo ante el país ahora es mayor que antes, pues ahora el pueblo dominicano espera tener mejores resultados en las evaluaciones donde aparecemos en los últimos lugares en materia de Educación.

Pienso además que una de las patas de Educación de la que estamos cojeando y que pocos analíticos del área han observado es la que conforman los padres, pues hoy en día, el mayor porcentaje de los padres, ni se informa ni se interesa por la formación de sus hijos y mucho menos hace ningún aporte en la formación de sus hijos. Es penoso escuchar hoy todavía algunos padres decir, al momento de notar una deficiencia en la formación de sus propios hijos, “y en que es que están  los profesores de hoy”. Como si ellos no fueran parte de la formación de sus hijos, o peor aun decir “A esos profesores que se pongan a hacer su trabajo, pues para eso es que le pagan”, pero cuando son citados a los centros donde estudian sus hijos, por alguna dificultad en el centro, no acuden a dicha cita. Pues entienden que su función se reduce en lograr que sus hijos acudan a la escuela y suplirle los útiles requeridos para sus estudios, si bien es cierto que esto es un logro grandioso, todos sabemos que como dice una canción de Franco de Vita, “No Basta”.